Dientes que se trizan, tensión en la mandíbula o un persistente dolor de cuello y espalda son algunos síntomas del bruxismo.
Este cuadro, que ocurre cuando la persona aprieta o rechina involuntariamente los dientes, suele asociarse a estrés, ansiedad y personalidades autoexigentes. Sin embargo, estudios recientes muestran que hay otras causas menos conocidas que también pueden exacerbarlo.
En el caso del bruxismo nocturno, que afecta a alrededor del 8% de la población adulta, hay evidencia de que "en algunos pacientes puede deberse a apneas del sueño o a reflujo gastroesofágico", señala el doctor Juan Fernando Oyarzo, odontólogo experto en dolor orofacial y especialista de la Unidad del Dolor de la Clínica Indisa.
En riesgo
Según un estudio del doctor Gilles Lavigne, de la U. de Montreal (Canadá), el bruxismo también puede ser un efecto secundario de desórdenes neurológicos o psiquiátricos, como la enfermedad de Parkinson, depresión, esquizofrenia o trastorno de la conducta del sueño REM. Algunos fármacos que se indican para estos trastornos también pueden desencadenar episodios de bruxismo. Entre éstos se incluyen antidepresivos como la fluoxetina, L-dopa (para tratar el Parkinson), neurolépticos y anfetaminas. Lo mismo puede ocurrir con el abuso de sustancias como cocaína y alcohol.
"Entre los factores predisponentes están la oclusión (mordida) incorrecta y las interferencias dentarias", dice el doctor Hernán Palomino, presidente de la Sociedad de Ortodoncia de Chile. "Una estructura facial de tipo braquicefálica o ancha, con músculos masticatorios potentes, también influye", agrega el doctor Jaime Cabrera, ortodoncista de la Clínica Las Condes.
La multiplicidad de variantes que pueden estar involucradas en el bruxismo hacen que su tratamiento deba abordarse de forma multidisplinaria, señala el doctor Oyarzo. "No hay un tratamiento estándar para todos los casos de bruxismo. El uso de planos evita que los dientes sigan dañándose, pero no apunta a la causa", advierte.
Así, dependiendo de cada caso, puede ser necesario derivar al paciente al psicólogo o psiquiatra, a al otorrino, kinesiólogo o gastroenterólogo, enumera.
Por ejemplo, señala el doctor Freddy Squella, gastroenterólogo de la Clínica Indisa y la U. Andrés Bello, "desde hace poco se sabe que cuando refluye ácido del estómago hacia el tubo digestivo alto se producen cambios en el pH que hacen que el paciente aumente su salivación para neutralizar esa acidez. Esto genera el reflejo de deglución y gatilla ondas rápidas masticatorias que generan bruxismo y alteran el sueño". En este caso, tratar el reflujo soluciona el bruxismo.
En el caso de los roncadores, tratar la apnea también puede poner fin al bruxismo.
De día
Se estima que cerca del 20% de las personas aprieta los dientes durante el día. Se trata del bruxismo diurno, que se considera un mal hábito. "No necesariamente se acompaña de bruxismo nocturno", dice el doctor Oyarzo.
En este caso, se suele recurrir a técnicas de relajación y terapia conductual, para que la persona se haga consciente de los momentos en que esto ocurre. "Yo sugiero poner señales, como puntos rojos en algunos lugares de la casa u oficina para que la persona al verlos se fije si está apretando los dientes", dice el doctor Palomino.
Desde la infancia
Se estima que el 14% de los niños presenta bruxismo nocturno, porcentaje que va reduciéndose con la edad. "Mientras los niños están cambiando de dientes, aparecen contactos nuevos entre las piezas dentales, lo que puede exacerbar este cuadro", explica el doctor Jaime Cabrera.
En estos casos, señala, si se usan planos, debe ser de forma transitoria, pues su empleo de forma permanente puede frenar el crecimiento.
Síntomas y efectos
Rechinar de dientes que despierta a la persona que duerme en la misma cama.
Dientes gastados, aplanados, fracturados o astillados.
Esmalte dental gastado.
Hipersensibilidad dental.
Fatiga, dolor o rigidez de músculos masticatorios.
Dolor de oídos (por la contracción muscular de la mandíbula).
Dolor de cabeza. Dolor facial crónico.
Mordeduras en la parte interior de las mejillas.
Hendiduras en bordes de la lengua.
-----------------------------------------------------------------------